miércoles, 27 de julio de 2011

La Breve, Pero No Tanto, Historia de la Princesa Del Guisante

Erase que se era, hace algun tiempo, y cada dia mas, que nació la Princesa Del Guisante. Lo primero que hice seguramente fue comer y luego dormir. Pero comer era muy importante para mi, y pronto me di cuenta que para el resto del mundo tambien.
Nací en una tierra verde y azul, donde la comida es algo cultural, social y un arte que nos inculcan desde pequeñitos. Los primeros recuerdos que tengo de pequeña son alrededor de la comida: en un bar con la familia, los txikis con una croqueta y un mosto, los mayores con un vino y un pintxo. Y es que nos gusta zampar, y mucho y bien.
Fui creciendo y me di cuenta que para mi padre el pollo de los domingos  relleno de pan frotado con ajo era casi sagrado y para él un ritual familiar que habia pasado de padres a hijos. A mi madre le gustaba experimentar con sabores nuevos y recetas de otros paises, ( a los 6 años mi hermano pequeño y yo ya comiamos con palillos) y lo que mas le gustaba, y todavia le encanta, era juntarnos a todos y atiborrarnos de comida.
Mas tarde mis padres se separaron y pude disfrutar de dos tipos de cocina totalmente distintas, el primero tiraba mas de congelados, (menos los domingos) y a mi madre le iban los asados y estofados.
Cuando creci un poco mas empecé a salir con los amigos para...¡comer! cenas, almuerzos, comidas, en peñas, sociedades gastronomicas, bares, restaurantes, barbacoas, por despedidas, cumpleaños, bodas, fiestas y sin más...¡todo valia! y todo vale ahora tambien. Somos así nos encanta zampar.
Un buen dia me fui para estudiar a otra tierra, y allí me di cuenta de que no les gustaba comer tanto y que disfrutaban con otras cosas. Aprendi mucho y sobre todo conoci a un tipo de gente: Los Vegetarianos, eran unos individuos que no comian animales y se alimentaban de una forma que no hubiese imaginado. Pero me encanto, y para mi fue reveladora, ¿como podia comer animales muertos? ¿como no me lo habia planteado antes? con todo lo bueno que da la tierra... no lo entendia. Hasta que lo entendí, habia crecido en un sitio donde comer carne es algo cultural, mi abuelo cazaba y pescaba y en la matanza del cerdo se juntaban familias enteras.
Para mí ya no hay marcha atras y me encanta vivir en mi tierra y zampar y zampar, ¡pero en mi plato ya no hay animales muertos!¡ y soy feliz!